EL JARDÍN DE LA ESCRITURA
Sala de exposiciones
Autor:
José Carlos Sanz Belloso
Comisario:
Paco Pardo Hidalgo
Asesores científicos:
Ramón Morales - Javier de Felipe - Luis M. Rodríguez Alfageme
Fecha:
17 de agosto - 31 de octubre de 2023
Lugar:
Biblioteca Pública de Zamora
Sala de exposiciones
Plaza Claudio Moyano, s/n. C.P.: 49001 Zamora
Horario:
- Del 17 de agosto al 3 de septiembre:
Lunes a viernes: 8:30 h. a 15:00 h.
Sábados: 9:00 h. a 14:00 h. - Del 4 de septiembre al 31 de octubre:
Lunes a viernes: 9:00 h. a 21:00 h.
Sábados: 9:00 h. a 14:00 h.
Domingos y festivos: cerrado
Las similitudes, no solo formales, entre escrituras a mano y las ramificaciones de muchas plantas no son casuales. Se pretende evidenciar que no podemos escribir de manera muy diferente a como se desarrollan las plantas, especialmente las trepadoras, tapizantes, rastreras, lianosas…, con sus movimientos de circumnutación, como explicó C. Darwin en un trabajo pionero en el siglo XIX.
La evolución humana contiene una etapa vegetal que sigue impresa en nuestra constitución fisiológica y en ciertos comportamientos y acciones ante los ciclos circadianos, ciertos tropismos y a unas improntas gestuales que impregnan y condicionan el trazado (toda escritura es dibujo) de la mayoría de los sistemas de escritura históricos de Occidente y Oriente. Sistemas ligados por unas cadencias y ritmos expresivos afines, en lo que se denomina «ductus».
A este fenómeno no se pueden sustraer (al contrario) los copistas, escribanos, calígrafos (peritos grafólogos y falsificadores) amanuenses, escribas, y otros dibujantes de letras, de signos y caracteres gráficos, de pictogramas e ideogramas. Los dibujos nos remiten a la escritura tradicional, en concreto, a la medieval y moderna en España, como la de escribanos en documentos procesales, y se compara con imágenes fotográficas de plantas trepadoras y otros documentos. Se observa que participan de un «proceso gráfico vegetativo» análogo. Hay materiales, como diferentes útiles de escritura y papeles con origen vegetal, copias de escritos legales y otros antiguos, cartillas de dibujo de plantas, partituras musicales, láminas de herbarios, libros y otras piezas que configuran un mundo híbrido escritural y vegetal. La combinación de objetos y documentos perturban la mirada y ocasionan divertimentos, que pueden remitir a cierta poesía visual.
Se abre un panorama sugerente con aspectos plásticos, y sobre todo referidos a las artes y las ciencias de la escritura y de la botánica; esta manifestada, en algunos de sus aspectos más estimulantes. Por todo ello, se puede encuadrar la muestra dentro de un proyecto experimental. Se dan referencias científicas de numerosas plantas, con sus características y usos poco conocidos, y con aplicaciones para fabricar útiles, tintas y soportes de escritura. Las escrituras «dibujadas» junto con todos los dibujos, se han realizado como tejidos, hilados o bordados, engarzando y entrelazando trazos y signos, con plumas estilográficas y plumillas, cálamos de cañas y bambú, y otros útiles contemporáneos, con tintas chinas, de caligrafía, estolográicas, acuarela, acrílico...
Con la paciencia cercana a un tiempo lento, no tanto como el del campo, del que habla Juan de Mairena, mucho más pausado que el del corazón del poeta más sosegado.
Textos: José C. Sanz - Ramón Morales